Federación de Judo y Deportes Asociados del Principado de Asturias

Pioneras que marcaron el camino

08/03/2024

El Judo es un deporte igualitario, niños y niñas, mujeres y hombres, entrenan juntos y compiten bajo las mismas normas y en las mismas condiciones.

El Judo es un deporte igualitario, niños y niñas, mujeres y hombres, entrenan juntos y compiten bajo las mismas normas y en las mismas condiciones.  En la práctica del judo no existen barreras que segreguen por sexos. Pero no podemos olvidar que esto no siempre fue así, y que los años de limitaciones y prohibiciones, de veto a las mujeres en muchos ámbitos de nuestro deporte, aún producen ciertas desigualdades en el presente, que se ven reflejadas en el número de maestras, árbitros, jueces, directivas, incluso en el número de grados “dan” elevados.


Keiko Fukuda fue la primera mujer cinturón negro 6º DAN por el Kodokan. Lo fue en 1972 y tras una campaña de cartas contra la regla que prohibía a las mujeres ascender por encima del 5º DAN. Ella había iniciado su práctica del judo en el joshi-bu, la sección femenina del Kodokan creada por Jigoro Kano en 1926. La competición estaba entonces prohibida a las mujeres, y la enseñanza del judo era muy diferente entre los hombres y las mujeres.

Rena “Rusty” Kanokogi compitió en 1959 en los campeonatos del estado de Nueva York, y lo hizo cortando su pelo y vendando su pecho para pasar desapercibida como hombre. Tuvo que renunciar a su medalla por ser una mujer. A raíz de este acontecimiento puso todo su empeño en llevar a las mujeres judokas a la competición, y organizó, en 1980, el Primer Campeonato del Mundo en el que participaron mujeres, en Nueva York, 24 años más tarde que el primer Campeonato del Mundo celebrado en Tokio en 1956 solo para hombres.

El judo femenino fue olímpico por primera vez como deporte de exhibición en Seúl 1988, convirtiéndose en deporte olímpico de pleno derecho en los Juegos de Barcelona 1992, muy lejos de aquellos Juegos Olímpicos de Tokio 1964 en los que el judo fue por primera vez deporte olímpico para los hombres.

Hoy queremos reconocer a todas las mujeres judocas del pasado que han luchado para derribar barreras y poder cedernos el testigo del camino hacia la plena igualdad.